Hypersensitivity to Vespula and Polistes: can we tell the primary sensitization from the clinical history? / Hipersensibilidad a vespula y polistes: ¿se puede determinar la sensibilización predominante a partir de la historia clínica?

Objective: To study the relationship between theprimary sensitization to wasp venoms and the geographicaland seasonal circumstances of the anaphylaxis-induced sting.Methods: We performed a retrospective review of115 patients (age 10-80) who suffered a systemicreaction to a wasp sting. Season and type of locality(urban or rural) at the moment of the sting wererecorded. Serum specific IgE levels to venoms fromVespula and Polistes were measured, and a primarysensitization was determined to whichever genus ofwasp for which the highest class of specific IgE wasobserved. The primary sensitization in relation to thetype of locality and the season was assessed usingthe chi-square test.Results: Most reactions occurred in urban areas(67.8 %), and in the summer season (63.4 %). Mostpatients were sensitized to Vespula venom (94.8 %).Primary sensitization was to Vespula in 56.5 %, toPolistes in 10.4 %, and undetermined in 33 %. Thedistribution of geographical areas did not show significantdifferences in relation to primary sensitization(p > 0.05). Most patients with primary sensitization toVespula suffered the anaphylaxis-induced sting afterthe spring season, with a statistically significant result(p < 0.05).Conclusion: In our population, the probability ofVespula sting is higher than Polistes sting when thereaction occurs after spring. This finding can help usto identify the responsible vespid when the diagnostictests do not provide an accurate result

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Systemic reactions to wasp sting: is the clinical pattern related to age, sex and atopy?

Background: The aim of this study was to analyze the frequency of clinical features and the severity of systemic reactions to wasp stings, and to establish their relationship with mean age, sex, and atopy. Methods: We studied 115 patients who suffered an anaphylactic reaction to wasp sting and showed specific IgE to venoms from Vespula and/or Polistes. In all patients, age, sex and personal history of atopy were registered. Cutaneous, respiratory, cardiovascular and gastrointestinal involvement during the course of the reaction was investigated. Each patient was assigned a severity grade according to a simple two-grade classification based on Müller's criteria. Bivariable analysis was performed to analyze the associations among mean age, sex and atopy and the symptoms and severity of the reaction. Results: The mean age was 40.2 years. There were 60 males (52.2 %) and 55 females (47.8 %). Twenty-six patients (22.6 %) were atopic. The percentages of involved systems were as follows: skin 90.4 %, respiratory 54.8 %, cardiovascular 33.9 %, and gastrointestinal 21.7 %. Reactions were mild in 40.8 %, and severe in 59.1 %. The mean age was higher in patients without cutaneous symptoms (p < 0.05). Cardiovascular involvement was more frequent in males (p < 0.05). No other significant differences were found. Conclusion: The symptoms of systemic reactions to wasp venom most frequently involved the skin, while reactions without cutaneous involvement were more frequent in older patients. Cardiovascular involvement was more common in males. The clinical pattern was not determined by atopy and the variables studied were not related to severity

Fundamento: El propósito de este estudio es analizar la frecuencia de manifestaciones clínicas y la gravedad de las reacciones sistémicas a picadura de avispa, así como establecer su relación con la edad media, el sexo y la atopia. Métodos: Estudiamos 115 pacientes que han sufrido una reacción anafiláctica a picadura de avispa y que muestran IgE específica frente a venenos de Vespula y/o Polistes. En cada caso re registra la edad, el sexo y los antecedentes personales de atopia. Se investigó la presencia de afectación cutánea, respiratoria, cardiovascular y gastrointestinal en el curso de la reacción, y se asignó un grado de severidad mediante un sistema de clasificación en dos grados a partir de los criterios de Müller. Se realizó un análisis bivariante para relacionar la edad, el sexo y la atopia con los síntomas y la gravedad de la reacción. Resultados: La edad media fue de 40,2 años. Los varones eran 60 (52,2%) y las mujeres 55 (47,8%). Veintiséis pacientes (22,6%) eran atópicos. El porcentaje de afectación por sistemas fue como sigue: cutánea 90,4%; respiratoria 54,8%; cardiovascular 33,9%; gastrointestinal 21,7%. Las reacciones fueron leves en un 40,8% y graves en un 59,1%. La edad media fue superior en pacientes sin síntomas cutáneos (p>0,05) y la afectación cardiovascular resultó mas frecuente en varones (p>0,05). No se observaron otros hallazgos significativos. Conclusión: Se concluye que los síntomas más frecuentes de las reacciones sistémicas a veneno de avispa son los cutáneos, siendo las reacciones sin afectación cutánea más típicas de personas de edad avanzada. La presencia de síntomas cardiovasculares es más común en varones. La atopia no determina el cuadro clínico y la gravedad no se relaciona con las variables estudiadas

Síndrome de hipersensibilidad retardada a fármacos / Drug-induced delayed hypersensitivity syndrome

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Síndrome de anafilaxia inducida por ejercicio / Exercise-induced anaphylaxis syndrome

En las dos últimas décadas se ha observado una incidencia creciente de una forma peculiar de anafilaxia que sólo se produce al realizar ejercicio físico. Dentro del síndrome de anafilaxia inducida por ejercicio se incluyen dos formas clínicas bien diferenciadas: urticaria colinérgica sistémica y anafilaxia inducida por ejercicio propiamente dicha, que se puede presentar en su forma clásica o en su forma variante, más infrecuente y con manifestaciones similares a la urticaria colinérgica. La anafilaxia postprandial inducida por ejercicio o dependiente de alimentos constituye un subtipo frecuentemente identificado en estos últimos casos. Puede deberse a una alergia alimentaria subclínica que se manifiesta con el esfuerzo, aunque en muchas ocasiones no es posible encontrar un alergeno responsable. El diagnóstico se establece por la historia clínica y la realización de pruebas específicas con alergenos alimentarios. Puede ser necesario recurrir a una prueba de esfuerzo con y sin ingesta previa.El tratamiento es preventivo y se basa en evitar la comida o el alimento responsable de la alergia en las horas previas a la realización del ejercicio. Cuando no depende de alimentos se recurre a farmacoterapia profiláctica con antihistamínicos, cromonas o bicarbonato sódico. El paciente debe ser instruido sobre el uso de adrenalina en caso de nuevas reacciones. (AU)